Sumergido en la belleza inmaculada de las Langhe, Al Brich se presenta como un acogedor oasis de tranquilidad, situado en una suave colina que ofrece panoramas impresionantes de los majestuosos Alpes y del pintoresco paisaje circundante. Este agriturismo, resultado de una cuidadosa restauración de una antigua casa familiar, es el lugar ideal para quienes buscan una estancia regenerativa en contacto con la naturaleza.
Las habitaciones y apartamentos están diseñados para garantizar el máximo confort, con una luminosidad que invita a la relajación. Cada espacio está dedicado a una flor, creando una atmósfera de armonía y belleza. Los huéspedes pueden elegir entre un acogedor estudio para dos personas y un amplio apartamento de dos habitaciones, ideal para familias o grupos, capaz de alojar hasta a cinco personas. Cada unidad cuenta con una zona de cocina, frigorífico, utensilios de cocina y un baño con ducha, mientras que el balcón o la terraza ofrecen una vista panorámica para disfrutar en agradables momentos de calma. La conexión inalámbrica a internet gratuita asegura la posibilidad de permanecer conectados incluso durante las vacaciones.
El jardín exterior, sombreado por pinos, es un rincón perfecto para los niños, mientras que los amantes de la bicicleta pueden aprovechar el servicio gratuito de alquiler de bicicletas de montaña para explorar los senderos que serpentean entre los viñedos y bosques de las Langhe. La propiedad también cuenta con un cómodo aparcamiento, que incluye espacios cubiertos para bicicletas y motocicletas.
Cada mañana, los huéspedes son recibidos con un abundante y genuino desayuno, preparado con ingredientes frescos y caseros. Saborear las delicias caseras, incluidas varias tartas, mermeladas, quesos y embutidos locales, se convierte en un momento memorable y gratificante. Los amantes de lo dulce podrán degustar cada día un nuevo pastel, mientras que aquellos que prefieren lo salado encontrarán una amplia selección de embutidos y productos típicos de la región.
Al Brich no es solo un lugar donde alojarse, sino una experiencia que invita a descubrir la cultura y tradiciones de las Langhe. En el agriturismo, los huéspedes pueden sumergirse en la vida rural, saboreando los productos del territorio y disfrutando de la cálida hospitalidad de Federico y Roberta, los propietarios que han gestionado con pasión este rincón del paraíso desde 2003. La estratégica ubicación del agriturismo permite visitar fácilmente las maravillas de Alba, Barolo, y las hermosas ciudades de Asti y Turín, haciendo que cada estancia no solo sea cómoda, sino también rica en aventuras y descubrimientos.