Sumergida en el tranquilo pueblo de Camino al Tagliamento, esta villa recientemente restaurada se presenta como un rincón de auténtica belleza friulana. Rodeada de un encantador paisaje rural, salpicado de suaves colinas y del misterioso curso del río Tagliamento, la villa invita a una pausa regeneradora, lejos del bullicio cotidiano.
El interior de la villa es una combinación perfecta de elegancia y comodidad, con suelos de madera noble y vigas a la vista que crean un ambiente cálido y acogedor. Los huéspedes pueden elegir entre tres considerables alojamientos: dos habitaciones dobles y una habitación doble, esta última equipada con sauna, todas decoradas con esmero y completas con baños privados. Además, una espaciosa habitación cuádruple hace que la villa sea ideal para familias o grupos de amigos. Los jardines cerrados, adornados con muros de piedra, ofrecen una oasis de relax, con el murmullo del cercano río Varmo como fondo.
La villa no solo promete una estancia confortable, sino que también está situadas en una ubicación estratégica, a solo 4 km de Codroipo y muy cerca de numerosas atracciones turísticas. Lugares como la Villa Manin, Lignano y Aquileia son fácilmente accesibles, así como la base de las acrobacias aéreas de los Frecce Tricolori, lo que convierte a la estructura en un excelente punto de partida para explorar la región.
Para quienes deseen descubrir cada rincón de la pintoresca campiña friulana, se disponen bicicletas para su uso, permitiendo vivir una aventura al aire libre con total libertad. Al final del día, los huéspedes pueden retirarse a su acogedora habitación, disfrutando de comodidades modernas como aire acondicionado, WiFi y TV digital.
Se prevé un amplio estacionamiento cubierto para los huéspedes, asegurando comodidad y seguridad, mientras que los espacios dedicados a las bicicletas son una cálida bienvenida para los ciclistas. La gestión de la villa, que habla inglés, tiene como objetivo preservar la belleza del territorio, colaborando con artesanos locales para realzar la historicidad y autenticidad del edificio.
El desayuno es otra oportunidad para disfrutar de la comodidad de la villa, preparado con antelación para ofrecer la máxima autonomía. Los huéspedes pueden servirse sus bebidas y aperitivos a su gusto, con la posibilidad de solicitar platos salados para un comienzo de día personalizado. La selección de productos comúnmente envasados y una variedad de dulces caseros enriquecen esta oferta, manteniendo la estancia agradable y práctica.
Todo contribuye a garantizar una experiencia memorable, en un entorno que celebra la belleza y la cultura de la tradición friulana.