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La Campana se encuentra en el corazón de las colinas picenas, en una ubicación estratégica que permite contemplar tanto el mar como la montaña, brindando al viajero una amplia gama de paisajes y opciones. A solo 7 kilómetros de las playas de arena de Cupra Marittima, a lo largo de la pintoresca Riviera delle Palme, es perfecta para quienes desean alternar el descanso en el campo con días de playa. Cupra, con su larga tradición de balneario del siglo XIX, mantiene un encanto sobrio y elegante, mientras que muy cerca se pueden visitar Grottammare, Porto San Giorgio y la animada San Benedetto del Tronto.
Hacia el interior, a menos de una hora en coche, se despliegan los horizontes del Parque Nacional de los Montes Sibillini, un paraíso para los amantes del senderismo, las caminatas en altura y las actividades al aire libre. Desde la Garganta del Infernaccio hasta los senderos de las Fuentes del Ambro, pasando por los bosques entre Montefalcone y Smerillo, el paisaje montañoso ofrece silencios, panoramas espectaculares y un contacto auténtico con la naturaleza.
La zona también está repleta de historia y arte. Las ciudades de Ascoli Piceno y Fermo, no muy lejos, ofrecen dos visiones complementarias de la cultura marchigiana: la primera, con su arquitectura de travertino y la escenográfica Piazza del Popolo, es una joya de elegancia medieval y renacentista; la segunda, de origen romano, impresiona por la solidez de sus edificios de ladrillo y por un tejido urbano que sigue siendo vivo y auténtico.
Por último, los pueblos circundantes representan un continuo descubrimiento: Offida con sus encajes, Ripatransone con sus vistas panorámicas, Monterubbiano y Montefiore dell’Aso con sus pequeños museos locales que narran historias y artesanías. En este territorio tan diverso, cultura, naturaleza y tradiciones se fusionan de manera armoniosa, ofreciendo una experiencia completa a quienes deciden explorarlo con curiosidad y respeto.